La clave en el
desfalco financiero provocado por la Estela de Luz para conmemorar el
Bicentenario de la Independencia se encuentra en la subcontratación mediante la
cual se construyó la obra, de 104 metros de altura y mil 146 millones de pesos.
De acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la primera irregularidad detectada fue la contratación de diversos servicios con instituciones cuyas atribuciones no guardan relación con el servicio solicitado, o no tienen la capacidad para realizarlo, lo que generó subcontrataciones y que se optará por procedimientos de contratación diferentes a la licitación pública.
De acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la primera irregularidad detectada fue la contratación de diversos servicios con instituciones cuyas atribuciones no guardan relación con el servicio solicitado, o no tienen la capacidad para realizarlo, lo que generó subcontrataciones y que se optará por procedimientos de contratación diferentes a la licitación pública.
En este
sentido, el Comité Técnico del Fideicomiso acordó contratar a I.I.I. Servicios
para realizar la construcción de la Estela en su primera etapa, con un importe
máximo de 304.4 millones de pesos. Sin embargo, estas empresa no tenía la
capacidad, infraestructura ni personal competente para llevar a cabo la
ejecución de la misma, “toda vez que la obra fue subcontratada a 100%”.
Esta situación
provocó, entre otros aspectos que no se entregara la obra en los tiempos
previstos en el contrato original, sino un año cuatro meses después de la fecha
prevista para su inauguración y con un costo adicional de alrededor de 192%.
Esto causó que
el Comité de Obras de I.I.I. Servicios incorrectamente dictaminara como
procedente una excepción al procedimiento de obra pública para contratar la
obra y autorizar una invitación a otras compañías, para que fueran las que
realmente edificaran la obra. La invitación se hizo a ocho empresas, y las
ganadoras fueron Proyectos y Desarrollos de Infraestructura, S.A.P.I. de C. V.
Y GUTSA (PDI/GUTSA), que participaron de forma conjunta.
De forma
paralela, I.I.I. Servicios, sin justificación técnica ni autorización del
proyectista, modificó e incluyó conceptos adicionales. PDI/GUTSA cotizó el
precio más bajo, pero sin acreditar la viabilidad económica de su oferta.
Posteriormente se celebraron diversos convenios modificatorios, que dieron lugar al aumento significativo del costo de construcción de la obra (de 304.4 millones de pesos a mil 146 millones).
Posteriormente se celebraron diversos convenios modificatorios, que dieron lugar al aumento significativo del costo de construcción de la obra (de 304.4 millones de pesos a mil 146 millones).
Por estas
irregularidades, la obra de la Estela de Luz ha recibido 10 auditorias, tres
por parte del órgano Interno de Control, tres emitidas por la Secretaría de la
Función Pública y cuatro de la ASF, además de que Procuraduría General de la
República ha solicitado información por dos denuncias de hechos.
En conclusión la subcontratación genera riesgos en la efectividad del proyecto ya que se pierde el control sobre el éxito del mismo.
En conclusión la subcontratación genera riesgos en la efectividad del proyecto ya que se pierde el control sobre el éxito del mismo.
Fuente: 24 Horas